La certificación como “fabricante de segunda fase” con Homologación Europea es sin duda uno de los principales factores que ha ayudado a posicionar a Bunkervan en los lugares de cabeza del ranking de entregas de autocaravanas a finales del año 2020.
Disponer de Homologación Europea para la gama de modelos fabricados en la planta de Madrid es una ventaja tanto a nivel comercial como de seguridad para el usuario, quien se beneficia de un proceso de fabricación riguroso que sigue estrictas normas de calidad no solo durante el montaje de su vehículo, sino también en el diseño y desarrollo de los modelos y de los diversos sistemas, así como también en la selección de materiales, componentes y módulos que se integran en un vehículo que ha de durar muchos años usándolo en las más exigentes condiciones. Adicionalmente tiene una ventaja crucial para el propietario: salen ya de fábrica con clasificación de AUTOCARAVANA, por lo que se beneficia de las diferencias con los “vehículos vivienda” (velocidad 120 km/h, periodicidad de ITVs, etc)
El proceso de fabricación de un fabricante certificado está sujeto a auditorías periódicas de organismos externos para asegurar el cumplimiento de las exigentes normativas que se aplican a los fabricantes de vehículos, que se suman a las exigencias de las marcas de los vehículos base sobre el que se realiza la transformación a autocaravana (actualmente el grupo Peugeot, Dangel y Fiat) con quienes se mantiene contratos a largo plazo.
Un marchamo de calidad que dice mucho del compromiso de una marca.
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